lunes, 30 de abril de 2007

Hiedra venenosa



Las brujas denominaban planta del guerrero a la hiedra venenosa. Algunos dicen que sirve para alejarte de los lugares a los que no deberías acercarte. La tocas sin querer e incluso así provoca unas erupciones y un sarpullido que escuecen muchísimo y queman, unos dolores de cabeza que nublan la vista y una fiebre que llena de malestar. Quizá no nos hayamos enterado de que la hemos tocado, pero sus efectos son la prueba irrefutable de que la hemos tocado.

Las hiedras provocan locura. Algunas nos pueden llevar al sufrimiento, otras al éxtasis, pues son plantas de Dioniso, un dios cuya sombra se consideraba como la del señor del Averno.

La gente suele tratarse con loción de calamina en el sarpullido

Por suerte, está en los Estados Unidos y no aquí.